Yoga para principiantes
(Por Walter Guevara, 6 minutos de lectura)
Es una iniciación diferente que la India ofrece al mundo occidental que ha resultado revelador, porque no hay algo que se le parezca.
Yoga es fundamentalmente la actitud con la que realizamos todas las acciones.
Es la disciplina que llevamos a cabo y que se va transformando en la forma de vivir. Es una preparación para el cuerpo y la mente, que va cambiando en las diferentes etapas de la vida.
La preparación consta de prácticas que van a ser adecuadas por la edad biológica y la experiencia en Yoga.
Es FALSO el concepto/categorización de YOGA PARA PRINCIPIANTES-INTERMEDIOS-AVANZADOS.
Por algún motivo o circunstancia nos iniciamos en Yoga, vamos haciendo experiencia, crecemos, maduramos, florecemos, fructificamos en términos de vida.
La preparación requiere reconocer tu fuerza corporal, energía vital, emociones, deseos, pensamientos, cómo y en qué enfocas la mente. Es integrar cualquier aspecto.
En una clase o sesión de Yoga, hacemos esto como si fuera un laboratorio. Son prácticas para ensayar la integridad que incluye los valores humanos universales.
Todas las personas buscamos el bienestar general, en forma directa o indirecta, consciente o inconscientemente. Necesitamos sentirnos bien inexorablemente y evitar el sufrimiento.
En la práctica de Yoga, se obtiene bienestar general y MUCHO MÁS…
Es la disciplina más completa en el cultivo del cuerpo y la mente. En realidad, el Yoga aborda la mente con los diferentes instrumentos como el cuerpo, los sentidos y la psique. Porque, en la mente están todas las posibilidades de hacer consciente lo que no está integrado. Todo está potencialmente disponible.
En lo que se refiere a cuestiones corporales (biomecánica, sistema endócrino, nervioso) hacemos un abordaje por medio de las posturas corporales consciente (asanas) que nos han llegado a occidente con las escuelas modernas del siglo pasado (no tradicionales) de Iyengar, Ashtanga, Vinyasa, Kundalini. La escuela más tradicional y antigua es el Hatha Yoga.
Por cuestiones emocionales abordamos con ejercicios respiratorios, conocidos como pranayama. Te enseñamos a regular y hacer consciente la respiración. Es la única función vital que podemos controlar a voluntad. Y aquí, hay todo un potencial a explorar, que los yoguis de la antigüedad (Patanjali 300 A.C.) prescribían si y solo si, cuando el alumno tiene dominio o conciencia corporal (asana). El pranayama se trata de ”manipular” energía vital, con lo cual, debes tener cierto grado de control voluntario sobre el cuerpo a nivel biomecánico, nervioso, digestivo, endócrino.
Sin embargo, todas las personas pueden hacer consciente la respiración ejercitando durante 5 minutos que otorga beneficios en el sistema nervioso. Algo que debe hacerse bajo la supervisión de un experto con experiencia.
Las cuestiones relacionadas a la mente, lo trata de manera muy práctica con los sentidos y la atención. De forma indirecta, con el asana y pranayama, que le dan dirección a los sentidos y enfoque a la mente. Este hecho es conocido como Pratyahara, que se podría traducir como retracción de los sentidos. En definitiva, generamos una condición de introspección, se facilita enfocar y concentrar la atención, para meditar.
En todo este proceso de integrar el cuerpo, la mente y los sentidos, están intrínsicamente implicadas las emociones.
Las emociones generan desequilibrio constante en el ser humano. Es la naturaleza que actúa, independiente de nuestra voluntad de querer controlar. Si hay vida, hay sensación, emoción y sentimiento. Todas son diferentes, pero están íntimamente ligadas.
Volviendo a la maravilla del Pranayama (respiración consciente), desarrollados por los yoguis de la antigüedad, “coloca” a la mente humana en una condición de habilidad de poder lidiar-canalizar estados emocionales impulsados por situaciones internas o externas que exceden nuestra voluntad.
Los alumnos de Yoga, pareciera que nos volvemos más equilibrados. Pero, en realidad, aprendemos a lidiar con la angustia, la depresión, la ira, la frustración, el desencanto, la ansiedad, la envidia, entre otras.
Canalizar emociones es un mecanismo de transformación. Por ejemplo, cuando te enojas por algo, esa energía con forma de “emoción negativa” la podrías canalizar con un ejercicio físico de descarga.
La meditación (dhyanam) es el ejercicio por excelencia para la mente que aborda de forma directa. Ahora bien, como los ejercicios de respiración (pranayama) se deben hacer si hay dominio corporal (asana). La meditación es oportuna si hay un cierto entrenamiento de los sentidos (pratyahara).
Hacer introspección puede ser una situación de mucha incomodidad, sino están resueltas ciertas condiciones de estabilidad y confianza.
En aquellas personas que están inestables e inquietas con desconfianza, el hecho de sentarse con las piernas cruzadas y cerrar los ojos podría ser contraproducente.
Si se dan las condiciones de estabilidad emocional, corporal y energética, el ejercicio de meditar es conducente a un estado de absorción o meditativo.
¿Qué es un estado de absorción o meditativo?
Es el efecto esperado por el ejercicio de meditar…
Es la condición de interacción constante con el objeto, de que el meditador se está enfocando sin distracción alguna. No está demás decir que el cuerpo, la psique, los sentidos y energía del meditador están integrados en absoluto control de su voluntad. Este estado de conciencia se percibe como un “constante fluido de energía”
La voluntad es una condición fundamental, porque eres consciente del esfuerzo que implica lograr el estado meditativo de manera natural, sin agentes externos (drogas) o inducidos por plantas.
El estado meditativo ejercido por la propia voluntad produce un “disfrute” parecido al que tenemos al despertar de un descanso muy reparador. Es muy común, querer extender ese estado de disfrute porque no estamos preocupado por nada. El descanso reparador fue muy efectivo. Por lo contrario, si tenemos pesadillas, la mente está activa mientras dormimos y no sucede el descanso que necesitamos.
¿Para qué meditamos?
Para CONECTAR con la naturaleza del cuerpo, emociones, energía, pensamientos, deseos. O dicho de otra manera ¿Cuál es la naturaleza de mi persona?…
Conectar más tiempo con tu naturaleza, podría ser el principio de solución a los problemas que hoy padecemos en la humanidad. Los niños están teniendo enfermedades nuevas que hace 50 años no teníamos. Los adultos, enfermedades como la fibromialgia, celíaco, estrés son relativamente nuevo. La causa, no es algo porque apareció de golpe. Si no, que cambió la manera en que vivimos. El cuerpo no lo movemos porque nos trasladamos en vehículos, estamos sentados 10 horas frente a las pantallas. Los trabajos han cambiado, prestando atención a muchas cosas al mismo tiempo, con la presión de obtener resultados en tiempo y forma. Como si fuera poco también hay un cambio de era (tecnológica)
Resolviendo relativamente cuestiones de bienestar general (salud), podríamos tener una REFLEXIÓN NATURAL del origen de este fenómeno de EXISTENCIA de la humanidad, la vida, el universo.
Reflexionar es una manera de meditar. Hacerlo acerca de nuestra propia existencia es conectar con la Espiritualidad. Esto no es una cuestión “volada” Es algo de carácter cognitivo que sucede en la mente.
Conocer acerca de la espiritualidad es acerca del Sí mismo. Es una identidad cósmica e inclusive no manifestada por reconocer en uno mismo.
¿Quién lo dice?
Bueno, los yoguis lo vienen trasmitiendo por milenios en una metodología oral tradicional de maestro al alumno.
Por otro lado, la UNESCO, en el año 2016, declaró al Yoga:
Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
Son 4 palabras que describen tal cuál es el propósito del Yoga.
- Humanidad: Es para los humanos de cualquier etnia.
- Patrimonio: Nos pertenece y podría ser un derecho educativo.
- Cultural: Hay un legado testimonial vivo transgeneracional en los Mantras.
- Inmaterial: Es una disciplina espiritual. No material. Aunque, prepara al cuerpo y la mente para ese Conocimiento.
Namaste